sábado, 24 de abril de 2010

SOBRE LA CUSPIDE DE UNO DE LOS MOMENTOS MAS PELIGROSOS DE LA HUMANIDAD







Por: CHRIS HEDGES

Traducido por Miguel Webb

Aleksandr Herzen, al hablarle a un grupo de anarquistas sobre como derrocar al Zar recordó a sus oyentes que no era su función salvar al sistema moribundo, sino reemplazarlo. "Pensamos que somos los médicos. Somos la enfermedad".
Toda la resistencia debe reconocer que el cuerpo político del capitalismo global está muerto. Debemos dejar de gastar energía en intentar reformarlo o que nos incorporen como terapia paliativa. Esto no quiere significar el final de la resistencia, sí formas muy diferentes de la misma. Implica volcar nuestras fuerzas hacia la construcción de comunidades sustentables que sobrevivan la crisis que se avecina puesto que no podremos resistir y sobrevivir sin un esfuerzo cooperativo.
Estas comunidades, si involucionan a una modalidad de mera supervivencia, sin unirse a los círculos concéntricos de la comunidad ampliada, el estado y el planeta, serán moral y espiritualmente tan quebradas como las fuerza corporativas que enfrentamos. Toda infraestructura que construyamos, como los monasterios de medioevo deberán aspirar mantener vivas las tradiciones intelectuales y artísticas que hacen posible la sociedad civil, el humanismo y el bien común. Será fundamental el acceso a parcelas de tierra cultivable. Deberemos comprender, como lo hicieron los monjes medievales, que no podremos alterar la cultura mayoritaria a nuestro alrededor, al menos en el corto plazo, pero tal vez podamos retener los códigos morales para las generaciones venideras. La resistencia se reducirá a pequeñas, a veces imperceptibles acciones de desafío, como aquellos que retuvieron su integridad descubrieron en la larga noche del fascismo y comunismo del siglo XX.
Estamos parados en la cúspide de uno de los períodos mas tenebrosos de la historia humana en el ocaso de las luces brillantes de la civilización y descenderemos durante décadas, si no siglos, a la barbarie. La élites nos han convencido que ya no tenemos la capacidad para comprender las verdades reveladas que se nos han presentado ni podemos luchar contra el caos causado por la catástrofe económica y ambiental. Mientras que las masas asustadas y sorprendidas alimentadas con imágenes que les permite alucinar permanentemente se mantengan en este estado de barbarismo podrán ciegamente rebelarse periódicamente contra la represión estatal, pobreza rampante y hambruna. Pero carecerán de la habilidad y confianza en sí mismos para retar ni en forma mínima las estructuras de control. La fantasía de revueltas populares diseminadas y movimientos de masa que rompan la hegemonía de el estado corporativo, es solo eso- una fantasía.
Mi análisis se acerca al de muchos anarquistas. Pero existe una diferencia crucial. Los anarquistas no comprenden la naturaleza de la violencia. Entienden el grado de podredumbre de nuestras instituciones culturales y
políticas, Saben que deben cortar los tentáculos del consumismo, pero ingenuamente piensan que puede ser contrarrestado con formas físicas de resistencia y actos de violencia. Existen debates dentro del movimiento anarquista- tales como los de destrucción de la propiedad- pero una vez que uno comienza a usar explosivos plásticos, muere gente inocente. Cuando la violencia anárquica comienza a desordenar los mecanismos de gobierno, la elite de poder usará estos actos, por mas nimios que sean, como una excusa para utilizar fuerzas desproporcionadas contra los agitadores, reales y sospechados, solo alimentando la furia de los desposeídos.

No soy pacifista. Sé que hay momentos- y concedo que este puede ser uno de ellos- cuando los humanos se ven obligados a responder con violencia a la represión en ascenso. Estuve en Sarajevo durante la guerra de Bosnia. Sabíamos exáctamente lo que harían con nosotros las fuerzas serbias si atravesaban las defensas perimetrales de la ciudad sitiada.. Teníamos el ejemplo de la ciudad de Vukovar o del Valle del Drina donde alrededor de un tercio de los habitantes musulmanes habían sido muertos y el resto arreados a campos de retención. Existen momentos en los que la única alternativa es levantar un arma para defender la familia, el vecindario y la ciudad. Pero los que se mostraron mas aptos en la defensa de Sarajevo invariablemente provenían de la clase criminal. Cuando no le disparaban a los soldados serbios saqueaban las viviendas de los serbios étnicos en Sarajevo, frecuentemente ejecutándolos además de aterrar a sus co-musulmanes. Cuando se ingiere el veneno de la violencia, aún en una causa justa, te corrompe, deforma y pervierte. La violencia es una droga, que es más, es el narcótico mas potente conocido en la humanidad. Los mas adictos a la violencia son aquellos que tiene acceso a las armas e inclinación por la fuerza. Y estos asesinos ascienden a la superficie de cualquier movimiento armado y lo contaminan con el poder seductor e intoxicante que acompaña la habilidad para destruir. Lo visto en una guerra tras otra. Cuando se transita por ese camino uno termina enfrentando tus monstruos con los de ellos. Y los sensibles, humanitarios y gentiles, aquellos que son propensos a nutrir y proteger la vida, son marginados y muchas veces eliminados. La visión romántica de la guerra y la violencia es tan prevalente entre anarquistas y la izquierda dura como en la cultura predominante. Aquellos que resisten con fuerza no derrotarán al estado corporativo o sostendrán los valores culturales que deberán ser sostenidos si vamos a pretender un futuro que valga la pena vivir. Desde mis muchos años de corresponsal de guerra en El Salvador, Guatemala, Gaza y Bosnia he observado que los movimientos de resistencia armada siempre son mutaciones de la violencia que los engendró. No soy tan ingenuo para suponer que hubiese evitado estos movimientos de haber sido un paisano sin tierras en Salvador o Guatemala, un Palestino en Gaza o un musulmán en Sarajevo, pero esta violenta respuesta a la represión, ha sido y siempre será trágica. Deberá evitarse, aunque no a costa de nuestra propia supervivencia.

La Democracia, un sistema diseñado para retar al status quo, ha sido corrompido y domada para servir al status quo. Como escribe John Ralston Saul (N.T. www.johnralstonsaul.com), hemos padecido un golpe de estado en cámara lenta. El golpe ha terminado. Ellos ganaron. Nosotros perdimos. El fracaso abyecto de los activistas para empujar a los estados corporativos, industrializados hacia una reforma ambiental seria, impedir aventuras imperiales o construir políticas humanitarias para las masas, nace de la inhabilidad para reconocer las nuevas realidades del poder. El paradigma del poder se ha alterado irrevocablemente; por lo tanto también deberá alterarse el paradigma de la resistencia.

Demasiados movimientos de resistencia continúan comprando buzones en la fachada de la política electoral, parlamentos, constituciones, lobbies y la apariencia de una economía racional. Las palancas del poder se han contaminado tanto que las necesidades y las voces de los ciudadanos han pasado a ser irrelevantes. La elección de Barrack Obama fué otra muestra del triunfo de propaganda sobre sustancia junto con una hábil manipulación y traición del público por los medios. Confundimos estilo y etnicidad- una táctica publicitaria exitosa de United Colours of Benetton y Calvin Klein- con política progresista y cambio genuino. Confundimos el cómo deberíamos sentirnos con conocimiento. Pero la meta, como con todas las marcas, fue hacer confundir a los consumidores pasivos una marca con una experiencia. Obama, actualmente una celebridad es una marca. Casi no tiene experiencia mas que dos años en el senado, carece de méritos morales especiales, y fué vendido como multipropósito a todos. La campaña Obama fue distinguida como marketinera del año 2008 por Advetising Age desplazando a sus seguidores como Apple y Zappos.com. Tómelo de los profesionales. La marca Obama es el sueño de los marquetineros. El presidente Obama hace algo y la marca Obama hace creer que hizo otra. Esta es la escencia de la publicidad exitosa. Ud. compra o hace lo que los publicistas quieren debido a como te hacen sentir.

Vivimos en una cultura caracterizada por lo que Benjamin DeMott llamó "Política chatarra" (NT: www.benjamindemott.org) La política chatarra no exige justicia ni la reparación de derechos. Siempre personaliza los temas mas que clarificarlos. Evita el debate real promoviendo escándalos fabricados, chismes de celebridades y espectáculos. Propala optimismo permanente, alaba sin cesar nuestra fuerza moral y carácter y se comunica en el idioma de sienta -su -dolor. La resultante de la política chatarra es que nada cambia, "significando cero interrupción del proceso y práctica que fortalece los sistemas intertrabados existentes de ventaja socioeconómica"

La creencia cultural que podemos hacer que las cosas ocurran por pensarlos, visualizarlos o desearlos, por apelar a nuestra fuerza interior o por comprender que somos verdaderamente excepcionales, es pensamiento mágico. Siempre podremos hacer mas dinero, pagar nuevas cuotas, consumir mas productos y avanzar nuestra carrera si tenemos fé. Este pensamiento mágico, predicado a través del espectro político por Oprah, celebridades deportivas, Hollywood, gurues de autoayuda, demagógos cristianos, es en gran parte responsable de nuestro colapso ambiental y económico, puesto que cualquier Cassandra que se la vió venir fue descartado como "negativo". Esta creencia, que permite que hombres y mujeres adultos se comporten como niños desacredita las preocupaciones y ansiedades legítimas. Exacerba la desesperación y la pasividad y fomenta un estado de autoengaño . El propósito, la estructura y las metas del estado corporativo jamás son cuestionadas seriamente.

Se considera ser negativo y mala onda, cuestionar, criticar al corporativo colectivo. Ha pervertido la forma como nos vemos a nosotros mismos, nuestra nación y al mundo natural. El nuevo paradigma de poder junto con su bizarra ideología de progreso ilimitado y felicidad imposible, ha convertido a naciones enteras, incluido a los Estados Unidos, en monstruos.
Podremos marchar en Copenhague. Podremos unirnos al día mundial de protestas climáticas de Bill McKibben, podremos hacer compost en nuestros patios traseros y colgar nuestra ropa al sol en lugar de usar el secarropa. Podremos escribirle a nuestros delegados y votar por Barack Obama pero la elite del poder es impermeable a la charada de participación democrática. El poder está en manos de trolls morales e intelectuales que rudamente crean un sistema neofeudalista matando al ecosistema que mantiene a la especie humana. Apelar a su buena voluntad o intentar influenciar sobre las palancas internas del poder, ya no funcionará.

No podremos, especialmente en los EEUU, evitar nuestro Götterdämmerung. Obama al igual que el primer ministro de Canadá Stephen Harper y otros mandatarios de naciones industrializadas se han mostrado tan serviles del estado corporativo como George W Bush. Nuestro sistema democrático ha sido transformado en lo que el filósofo político Sheldon Wolin llama Totalitarismo Invertido. Este, a diferencia del Totalitarismo clásico no gira alrededor de un demagogo o líder carismático. Encuentra su expresión en el anonimato del estado corporativo. Se ufana de promover la democracia, el patriotismo, la libertad de prensa, sistemas parlamentarios y las constituciones mientra manipula y corrompe las palancas internas para subvertir y detener a las instituciones democráticas. Los candidatos políticos son electos mediante votos ciudadanos pero luego regidos por ejércitos de lobistas corporativos en Washington, Ottawa u otras capitales de estado, quienes escriben la legislación y consiguen los legisladores para su aprobación. Un medio corporativo controla casi todo lo que leemos, miramos u oímos imponiendo una complaciente uniformidad de opinión. La cultura de masa, propiedad de y propalada por las corporaciones nos divierte con lo trivial, espectáculos y chismes de celebridades. En los regímenes totalitarios clásicos tales como el fascismo nazi y comunismo soviético, la economía era subordinada a la política. Wolin dice que "bajo el totalitarismo invertido es al revés. La economía domina a la política y con ese dominio aparecen distintas formas de atropello."

El totalitarismo invertido blande el poder total sin caer en formas mas crudas de control como gulags, campos de concentración o terror masivo. Encorseta la ciencia y la tecnología hacia sus fines oscuros. Impone la uniformidad ideológica mediante la utilización de los medios de comunicación para instilar el consumo despampanante como una compulsión interior y sustituir a la realidad por ilusiones de nosotros mismos. No elimina a los disidentes, siempre que se mantengan inefectivos. Y mientras que nos distrae desmantela las bases productivas, destroza comunidades, desata olas de miseria humana y exporta puestos de trabajo a países donde los fascistas y comunistas saben como mantener alineados a los trabajadores. Hacen todo esto al tiempo que agitan la bandera vociferando consignas patrióticas. Wolin dice "Los EEUU se han convertido en la vidriera de como se gerencia la democracia sin aparentar estar suprimida.

La práctica y psicología de la publicidad, el rigor de "las fuerzas del mercado" en muchas áreas que no son mercados, los avance tecnológicos continuos que entusiasman fantasías elaboradas (juegos de computadoras, avatars virtuales, viajes espaciales), la saturación de los medios masivos en cada hogar y la toma de las universidades, ha convertido a la mayoría de nosotros en rehenes. La putrefacción del imperialismo- que siempre es incompatible con la democracia- ha visto a los militares y fabricantes de armas monopolizar un billón de dólares anuales en gastos relacionados con la defensa en los EEUU aún cuando la nación se enfrenta con un colapso económico. El imperialismo siempre militariza la política doméstica. Y esta militarización , como destaca Wolin se combina con las fantasías culturales de adoración de héroes y cuentos de proezas individuales, la juventud eterna, la belleza quirúrgica, acciones medidas en nanosegundos y una cultura onírica de control cada vez mas extenso con la posibilidad de amputar a enormes sectores de la población de la cruda realidad. Aquellos que controlan las imágenes, nos controlan. Y mientras nos ha embelezado las imágenes de celuloide en las paredes de la caverna de Plato, estas fuerzas corporativas, loando los beneficios de la privatización han efectivamente desmantelado las instituciones de la democracia social.(La seguridad social, gremios, salud, educación y vivienda), replegando los ideales del New Deal. Los proponentes de la Globalización y el Capitalismo Desregulado no pierden tiempo analizando otras ideologías. Ellos tienen una ideología, mas bien un plan de acción defendido por una ideología que siguen ciegamente. Nosotros en la Izquierda tenemos docenas de análisis de ideologías alternativas sin tener un plan propio. Esto nos ha dejado tambaleando mientras las fuerza corporativas impiadosamente desmantelan la sociedad civil.

Estamos atravesando una de las reversas sísmicas de la civilización.
La ideología de la globalización, al igual que todas las visiones utópica "inevitables" está siendo expuesta como un fraude, La elite del poder, confundida y perpleja se abrocha desesperadamente a los principios desastrozos de la globalización y su lenguaje pasado de moda intentando ocultar el inminente vacío político y económico. La absurda idea que solo el mercado pueda determinar la construcción política y económica llevó a que las naciones industrializadas sacrifiquen otras áreas de importancia humana- desde las condiciones laborales, los impuestos, trabajo infantil a la hambruna, la peste y la polución sobre el altar del libre comercio. El mundo de los pobres quedó peor y los EEUU con los mayores déficits- que nunca podrán ser pagados- en la historia humana. Los pagos masivos, paquetes promocionales, subsidios y deuda de corto plazo han dejado a los EEUU en la encucijada de tener que financiar casi $ 5 billones de deuda en este año. Para esto será necesario que Washington remate alrededor de 96 mi millones de dólares de deuda por semana. Una vez que China y otros países autosuficientes en petróleo se aparten de nuestra deuda, cosa que algún día deberá ocurrir, la Reserva Federal pasará a ser el comprador de último recurso. La Fed. ha impreso tanto como dos billones de dólares nuevos en los últimos dos años y para comprar esta nueva deuda lo obligará a imprimir billones mas. Esto es cuando la inflación y mas probablemente la hiperinflación convertirá en chatarra al dólar. En ese punto se desploma todo el sistema.

En una crisis económica severa se hacen añicos todos los dogmas. El orden moral queda patas para arriba. Los honestos y emprendedores quedan eliminados mientras que los gangsters, ventajistas y especuladores se llevan los millones. La elite retrocederá, tal como escribió Naomi Klein en "La Doctrina del Shock" a sus comunidades cerradas donde tendrán acceso a servicios, alimento seguridad y otras menudencias que serán negadas al resto. Comenzaremos un período de la historia humana en la que habrá solo patrones y peones. Las fuerzas corporativas que buscarán alianzas con la derecha cristiana radical y otros extremistas, utilizarán el terror, el caos, el odio a las élites reinantes y al espectro de la izquierda de disenso y el terrorismo para imponer controles draconianos para extinguir los movimientos de oposición. Y mientras lo hacen, agitarán la bandera usamericana, cantarán consignas patrioticas y prometerán imponer la ley y el órden blandiendo la cruz cristiana. El totalitarismo, tal como apuntó Orwell no es tanto una era de Fé sino una de esquizofrenia. "Una sociedad se hace totalitaria cuando su estructura llega a ser flagrantemente artificial" escribió Orwell. Es cuando la clase dirigente ha perdido su función pero consigue mantenerse colgado del poder mediante la fuerza o el fraude. Nuestras élites han gastado el fraude. La fuerza es todo lo que les queda.

Nuestra élite mediocre y quebrada desesperadamente trata de salvar un sistema que no puede ser salvado. Que es mas, están tratando de salvarse ellos mismos. Todo intento de trabajar dentro de este sistema decadente y esta clase de mercaderes de poder será inútil. La resistencia deberá responder a la nueva y dura realidad de una orden capitalista global que se aferrará al poder mediante ascendiente represión brutal desembozada. Acabado el crédito para el ciudadano promedio, una vez que el desempleo masivo haya creado una subclase permanente enardecida, y los bienes manufacturados baratos que son los opiáceos de nuestra cultura de commodities hayan desaparecido tal vez hayamos evolucionado a un sistema que se parezca mas a un totalitarismo clásico. Seguramente se usarán métodos de represión mas violentos a medida que los mas blandos del totalitarismo invertido sean ineficientes. No es un accidente que coincidan la crisis económica con la medioambiental. En su libro The Great Transformation (1944), Karl Polanyi desenvolvió las consecuencias devastadoras- las depresiones, guerras y totalitarismo- que emanan de un mercado libre autorregulado. Comprendió que el "fascismo, como el socialismo estaba enraizado en una sociedad de mercado que se negaba a funcionar". Advirtió que un sistema financiero sin control del gobierno, siempre deviene en un capitalismo mafioso- y un sistema político mafioso- siendo esta una buena descripción de nuestra estructura financiera y política.

Un mercado autoregulado, escribió Polanyi, convierte las personas y el medio ambiente en commodities, situación que asegura la destrucción de tanto la sociedad como el ambiente natural. La presunción del mercado que el ambiente y las personas son objetos cuyo valor es determinado por el mercado permite que ambos sean explotados por rédito hasta el agotamiento y colapso, Una sociedad que ya no percibe que la naturaleza y la vida humana tienen una dimensión sagrada, un valor intrínseco mas allá del valor monetario, se arrima a un suicidio colectivo. Tales sociedades se canibalizan hasta que mueren. Esto es lo que nos está pasando.


Si construimos estructuras autosuficientes, los que dañan lo menos posible el medio ambiente, podremos capear el colapso venidero. Esta tarea será lograda a través de la existencia de pequeños enclaves que tengan acceso a la agricultura sustentable, que puedan apartarse tanto como sea posible de la cultura de consumo y puedan ser mayormente autosuficiente. Estas comunidades deberán construir muros contra la propaganda electrónica y temor que será propalada por el éter. Canadá tal vez sea un lugar mas hospitalario para llevar esto a cabo que los EEUU dado la gran corriente de violencia subsuperficial que tenemos. Pero en cualquier país, aquellos que sobreviven necesitarán tierras aisladas de áreas urbanas que verán los desiertos de alimentos de las ciudades interiores , además de la violencia salvaje permearse a través del espacio urbano a medida que los productos y bienes se hagan prohibitivamente caros y la represión estatal sea cada vez mas dura.

El uso de la fuerza incrementada por la élites para mantener el control no deberá terminar con los actos de resistencia. Los actos de resistencia son actos morales. Se originan porque las personas con consciencia comprenden el imperativo moral para pararse frente a los sistemas de abuso y despotismo. Se deben desarrollar no porque sean efectivos sino porque son correctos. Aquellos que comienzan estos actos siempre son escasos en número y despreciados por aquellos que esconden su cobardía tras su cinismo. Pero la resistencia, por mas marginal que sea, siempre afirma la vida en un mundo bañado en muerte. Es el acto supremo de fé, la forma mas alta de la espiritualidad, y aún solitaria hace que la esperanza sea posible. Aquellos que cometieron grandes actos de resistencia muchas veces sacrificaron su seguridad y bienestar, a veces hicieron tiempo en la cárcel, y en algunos casos muertos. Ellos entendieron que para vivir en el sentido mas pleno de la palabra, para existir como seres humanos libres e independientes, aún bajo la noche mas oscura de la represión estatal debían desafiar la injusticia.
Cuando el pastor luterano disidente, Dietrich Bonhoeffer era llevado de su celda de la prisión nazi a la horca, sus últimas palabras fueron "Esto para mí es el final, pero también el comienzo". Bonhoeffer sabía que todos los ciudadanos de su nación eran cómplices por su silencio en esa vasta empresa de muerte. Pero por mas desesperanzador que parezca en el momento, afirmó lo que todos nosotros debemos afirmar. No evitó la muerte. Pero sobrevivió como individuo. Entendió que su resistencia y aún su muerte eran actos de amor. Luchó y murió por la santidad de la vida. Le dio, aún a los que no lo acompañaron otra narrativa, y su desafío al final condenó a sus ejecutores.

Debemos continuar resistiendo, pero ahora, con la molesta realidad que probablemente no habrá cambio significativo en lo que va de nuestra vida. Esto hace que resistir sea mas duro. Cambia la resistencia de lo tangible e inmediato a lo amorfo e indeterminado. Pero abandonar los actos de resistencia es la muerte espiritual e intelectual. Es rendirse a la ideología deshumanizante del capitalismo totalitario. Los actos de resistencia mantienen vivo una narrativa distinta, sostiene nuestra integridad y empoderan a otros, que tal vez nunca encontremos, para ponerse de pié y portar la luz que le pasamos. Ningún acto de resistencia es inútil, ya sea dejar de pagar impuestos, luchar por un impuesto Tobin (NT:es.wikipedia.org/wiki/Tasa_Tobin ), trabajar para desplazar el paradigma de la economía neoclásica, revocando un contrato corporativo, organizando votaciones en internet o utilizando Twitter para catalizar un rechazo en cadena contra el orden neoliberal. Pero deberemos resistir luego encontrar la fé de que la resistencia vale la pena, pues no cambiaremos inmediatamente la horrible configuración del poder.. En esta larga, larga guerra, una comunidad que nos sostenga, emocional y materialmente será la llave para una vida de desafío.

El filósofo Theodor Adorno escribió que la preocupación exclusiva de índole personal y la indiferencia al sufrimiento de lo ajeno al grupo con el que se identifica fue lo que permitió el fascismo y el holocausto. "La inhabilidad de identificarse con otros incuestionablemente fue el factor psicológico mas importante que explique la aparición de un Auschwitz en el medio de un pueblo inocente y mas o menos civilizado"

La indiferencia hacia los problemas de los otros y la elevación suprema del yo es lo que el estado corporativo pretende inyectarnos. Utiliza el temor, además del hedonismo para distorcionar la compasión humana. Deberemos continuar la lucha contra los mecanismos de la cultura dominante si es que aunque mas no sea queremos conservar a través de acciones pequeñas, inclusive minúsculas, nuestra humanidad común. Deberemos resistir la tentación de replegarnos sobre nosotros mismos ignorando la crueldad del otro lado de la puerta. La esperanza perdura en estos imperceptibles actos de desafío. Este desafío, esta capacidad de negarse es lo que las fuerzas psicopáticas que controlan nuestros sistemas de poder quieren erradicar. Mientras estemos dispuestos a desafiar estas fuerzas tendremos una chance, si bien no sea por nosotros mismos, por lo menos para aquellos que siguen. Mientras desafiemos estas fuerzas, nos mantendremos con vida, que por ahora, será la única victoria posible


 

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