(AW) El gobierno israelí continúo demoliendo hoy dejar en escombros seis edificios en Jerusalén, entre ellos tres viviendas de varias familias palestinas. Se habían suspendido informalmente las demoliciones en el mes de octubre ante las aparentes críticas recibidas por parte de Estados Unidos.
 
Fuente: TeleSUR TV
Excavadoras israelíes continuaron este jueves demoliendo, hasta dejar en escombros, seis edificios, entre ellos tres viviendas que eran propiedad de varias familias palestinas, luego que habían suspendido informalmente las demoliciones en el mes de octubre ante las aparentes críticas recibidas por parte de Estados Unidos.
Una de las residentes palestinas afectadas, Linda al-Rajabi, indicó que tanto ella como sus hijos habían sido obligados a abandonar el domicilio sin advertencia previa.
"Vaciaron la casa, me obligaron a sacar todo y después, así como lo ven, demolieron la vivienda sin haberme notificado antes ni nada. Pueden construir 600 asentamientos, pero yo estoy en una casucha de asbesto y la derrumbaron, todo lo que tengo son mis hijos, cinco hijos pequeños y su padre, que a veces trabaja y otras veces no", comentó Linda.
La continuidad de la destrucción de viviendas se produce pocos días después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se reuniera con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la Casa Blanca.
Obama había felicitado a Netanyahu durante esta reunión diciendo que el Gobierno israelí había demostrado "moderación", pero esas palabras quedaron opacadas con estas nuevas acciones y con la aprobación de la municipalidad israelí de Jerusalén de construir cuatro edificios con 32 apartamentos en Pisgat Zeev, un barrio de colonización judía de Jerusalén Este, lo cual trunca mucho más el proceso de paz.
Estas prácticas pretenden ser silenciadas por las autoridades israelíes y en reiteradas ocasiones los abusos se conocen meses después de haber sido ejecutados.
Muchas de las familias palestinas que han sido desalojadas de sus casas viven en tiendas de campaña y temen que el Gobierno de Israel también intente hacerles pagar los gastos de su expulsión.
La Comisión europea y la Autoridad Palestina denunciaron este martes las demoliciones, así como las nuevas autorizaciones de construcciones israelíes.
"Debo expresar mi profunda preocupación por lo ocurrido en Jerusalén Este", indicó desde Bruselas el presidente del Ejecutivo europeo, José Manuel Barroso, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad.
"Se trata de iniciativas contraproducentes. Las colonias y la demolición de viviendas son ilegales, violan el derecho internacional, constituyen un obstáculo para la paz y amenazan con hacer imposible una solución (de paz) de dos Estados", señaló Barroso.
Por su parte, Fayyad criticó las recientes decisiones, que están "en contradicción con la necesidad de tener un concepto viable de solución de dos Estados", uno palestino que reúna a Cisjordania y la Franja de Gaza, y otro israelí.
Israel proclamó a Jerusalén "capital eterna y unificada", mientras que los palestinos quieren que el sector oriental de la ciudad sea la capital de su futuro Estado.
La comunidad internacional no reconoce la anexión israelí del sector oriental de la Ciudad Santa, ocupado desde junio de 1967, ni tampoco las colonias judías de Cisjordania.